El regalo más grande


La Biblia nos enseña que, desde el comienzo de la humanidad, el hombre se apartó de Dios perdiendo así la relación con su Creador (Romanos 3:23) . El precio que debíamos pagar era la muerte (Romanos 6:23).

Pero Dios nos amó tanto que ideó un plan perfecto para salvarnos: envió a su Hijo Jesús, que murió por cada uno de nosotros, cargando toda nuestra maldad (1 Pedro 2:24).

Y la historia no terminó ahí, ¡Jesús resucitó! (1 Corintios 15:3-4) Venció la muerte y ascendió al cielo (Marcos 16:9). Hoy, está esperando que creas en Él y recibas por fe el regalo más grande: la salvación.

La decisión


Si entendiste el regalo que Dios quiere darte y querés recibirlo, podés hablar con Él de la siguiente manera:

Dios, creo que Jesús es tu hijo. Reconozco que soy pecador y me arrepiento de todo corazón. Creo que Jesús murió por mí en la cruz para pagar mi castigo y que con su sangre, derramada en esa cruz, me limpiás de toda mi maldad. Solo vos podés salvarme y creo que Jesús resucitó para darme vida eterna. Te necesito, te abro mi corazón y te recibo para siempre en mi vida.

En el nombre de Jesús. Amén.